Esta obra no trata sobre la muerte de mi padre. Esta obra no va sobre la fe, ni mucho menos sobre la Iglesia. Tampoco sobre mi reconciliación con el origen, y tampoco sobre el aguante de mi madre. Esta obra son tres quejíos amargos. “El señor es mi pastor, nada me falta”.
Pasión: La boda. “(…) los dos llegarán a ser un solo cuerpo” Mateo 19: 4-6
Muerte: El silencio. “En la muerte nadie te recuerda,
en el Abismo, ¿quién te dará gracias?”
Resurreción: La misa. “Que nadie vaya a llorar, el día que yo me muera”, Manuel Molina.